Cuando sientes que las circunstancias te desbordan, cuando crees que no tienes herramientas suficientes para enfrentarte a las dificultades con las que te encuentras, cuando tienes dificultades en la comunicación con otras personas, cuando percibes las dificultades de relación con los demás, en definitiva cuando sientes que te mereces estar mejor... Es un buen momento para plantearse acudir a un psicólogo.